Director del Instituto Español de Oceanogragía
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Secretario General de Pesca Marítima Director del Instituto Español de Oceanografía Presidente del Consejo General de Pesca del Mediterraneo de la FAO Presidente PSOE Balears
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Primeros años

Miguel Oliver nació en Barcelona el 30 de enero de 1918. Su padre, Pere Oliver Domenge, iniciaba entonces su carrera de famacéutico en una farmacia en Sant Gervasi.  Fue el segundo de los cinco hijos de Pere Oliver y Catalina Massutí y el único que nació fuera de su ciudad de origen, Felanitx, en Mallorca. Aunque fue circunstancial, él siempre se sintió catalán y presumió de su ciudad natal a la que volvería, ya de joven, a estudiar en la Universidad de Barcelona. 

 

Cuando tenía seis años la familia regresó a Felanitx a la que sería su casa familiar. Una edificación clásica de tres plantas en el centro neurálgico de esa pequeña ciudad, en la calle Mayor número 22 y en cuya planta baja abrió su padre, Pere Oliver, su farmacia a la que llamó Nuredduna, una sibil·la, sacerdotisa, protagonista de un poema emblemático en lengua catalana del poeta mallorquín Miquel Costa i Llobera. 

Felanitx era entonces una pequeña ciudad de economía payesa con un incipiente tejido industrial. Los felices años veinte también bullían en ese pequeño punto del Mediterráneo, pero, como en  el resto de Europa, aumentaba el activismo obrero, que en Felanitx se encuentra con un adversario que también se moviliza con fuerza, la Iglesia Católica. Frente a la Unión Obrera, de inspiración socialista, se crea la Federación Obrera Católica. La enseñanza era mayoritariamente religiosa. El ocio se concentraba en el cine, el futbol y las verbenas que desde 1925 dieron fama a Felanitx en toda la isla. La cultura giraba en torno al Cercle Recreatiu, entidad fundada en 1916 y se publicaban  dos periódicos locales de fuerte implantación.

 

La farmacia de la calle Mayor se convirtió en un ágora de intelectuales y amigos que empezaban a vislumbrar turbulencias políticas en las noticias que llegaban de la península. L'apotecari Barceló, como se conocía en el pueblo a Pere Oliver Domenge, mantenía vivos sus lazos con dirigentes políticos catalanes, fue dirigente destacado de Esquerra Repúblicana y alcalde de Felanitx en la II República.

 

Miquel Oliver recordaba así sus años de infancia y adolescencia:

 

"Mariantònia me pide que le cuente recuerdos de mi vida pasada hasta el día de hoy. Yo soy reticente pero por complacerla intentaré recordar cosas para que los hijos y nietos las puedan saber algún día.


Nací el día 30 de enero en Barcelona, en la calle que hoy es la vía Augusta. Mis padres eran mallorquines, pero mi abuelo paterno, Miquel Oliver i Obrador, vivía en la Rambla de Barcelona, en una casa encima la emblemática farmacia Vidal i Ribes, donde era farmacéutico. La familia Oliver Massutí nos fuimos a vivir a una torre a Sant Gervasi hasta que nos trasladamos a Felanitx donde mi padre puso la farmacia en la calle Mayor. Yo tenía 6 años e iba al parvulario de  las monjas de la Caridad dónde hice la Primera Comunión. Después pasé al colegio de los Teatinos de Felanitx y a los 10 años fui al Instituto de Palma y vivía en casa de los tíos Miquel Massutí y Dolors Oliver, hermanos de mis padres. Allí empecé el bachiller, pero en el momento de los exámenes de 1r curso hubo una desavenencia entre los Teatinos y el Instituto de Palma, y como consecuencia íbamos a examinarnos al Instituto de Tarragona. Esto fue el año 31, en el cual se proclamó la Segunda República.

 

Los años siguientes estudié en régimen oficial en el Instituto de Palma viviendo con los tíos Miquel Massutí y Dolors Oliver. En épocas de vacaciones vivía en Felanitx donde pasé una época muy feliz hasta que el 36, acabado el bachillerato, aprobé el ingreso en la universidad de Barcelona que había preparado durante el curso 35-36 en el colegio Cervantes. El 9 de julio, aprobado el examen de ingreso, regresé en Mallorca y el 18 de julio de aquel mismo mes empezó lo que sería una guerra civil que trastocó fuertemente nuestras vidas y mi futuro.

 

Durante los años que estudié el Bachiller fue cuando empezaba a haber las primeras radios y los jóvenes nos entreteníamos fabricando galenas con las que oíamos mucho ruido y algunas palabras. La gente se reunía en las casas que tenían radios o en los bares donde escuchábamos partidos de fútbol y noticias de acontecimientos nacionales. Recuerdo que yo iba a casa del sastre Vaquer, vecino nuestro, a escucharla, que tenía  una casa donde hoy está el café Mercat."

En esos años pasó Miguel Oliver de niño a joven. Con grandes ojos azules y largas pestañas negras, buen chaval y buen estudiante. Le apasionaba el futbol y el deporte en general, salía con sus amigos y cortejaban chicas a la manera de entonces. Quería ser ingeniero, le apasionaban las construcciones, su padre le sugería un futuro en la farmacia.

 

Un asiduo a esas tertulias de la farmacia Un asiduo a esas tertulias de la farmacia era Pere A. Reus Bordoy, abogado y  juez de paz que sería también muy importante en la vida de Miguel Oliver. Cuando apenas tenía 9 años, Pere Reus les visitó acompañado de su familia con su recien nacida hija Mariantonia. Ese día Miguel acunó en brazos al bebé que años después sería su esposa y compañera durante más de cincuenta años.