El 12 de junio de 1985 se firmó en el Palacio Real de Madrid el Acta de Adhesión de España a las Comunidades Europeas por la que España ingresó en la Comunidad Económica Europea. Entró en vigor l 1 de enero de 1986 y supuso para España un periodo de prosperidad económica, pero, sobre todo, supuso dejar atrás el aislamiento internacional que padecía España como consecuencia de la dictadura franquista y la estabilización de la recién instaurada democracia
El gobierno presidido por Adolfo Suárez, había solicitado la entrada de España en Europa el 26 de julio de 1977 y las negociaciones se alargaron durante años. La incorporación de España en la Unión Europea fue otro de los grandes hitos de la primera legislatura de gobierno del Partido Socialista Obrero Español. Las negociaciones no estuvieron exentas de dificultades y fueron lideradas tanto por el Presidente Felipe González, como por el entonces ministro de exteriores, Fernando Morán y Manuel Marín, Secretario de Estado para las Relaciones con la Comunidad Europea.
LA PESCA
La Política pesquera común (PPC) se creó en 1983 y ya desde ese momento tuvo que adaptarse a la retirada de Groenlandia de la Comunidad en 1985, a la adhesión de España y Portugal en 1986 y a la reunificación de Alemania en 1990. Estos tres acontecimientos influyeron en el volumen y la estructura de la flota comunitaria y en su capacidad de captura. No en vano el texto del tratado se inicia con un esbozo de la situación económica tanto de la Comunidad, como de España, y señala la pesca como una de las áreas más problemáticas en la adhesión junto con la industria y la agricultura.
Esto situó a Miquel Oliver en uno de los puntos más calientes de las negociaciones para la entrada de España en Europa.
La flota pesquera española se consideraba la primera de Europa y entre las cuatro primeras del mundo junto con la URRS, Japón y EEUU. Su tonelaje bruto representaba las dos terceras partes de la flota comunitaria. De ahí que la flota europea pudiera verse amenazada por la entrada de España. Miquel Oliver siempre defendió que Europa se beneficiaba con la incorporación de España tanto por el volumen de su flota como por la capacidad de consumo, también entre las más altas de la Unión:
“lejos de sentirse amenazada la Comunidad puede verse fuertemente reforzada porque le vamos a aportar un mercado consumidor y una capacidad importante de captura”
“Con nuestra entrada la Comunidad se transforma en el primer o segundo conjunto de países pesqueros del mundo”